Águila perdicera, la confundida

Este animal debe encontrarse confundido con tantos nombres diferentes: águila perdicera, águila bonelli y águila azor perdicera, pero es que nombres científicos también encontramos dos (Hieraaetus fasciatus) y (Aquila fasciata). Como no tengo base científica suficiente para defender ninguno de estos nombres la llamaré como la conozco desde pequeño: "la perdicera".

Es una rapaz de mediano tamaño, de hasta 67 cm. de altura y 175 cm. de envergadura alar, siendo los machos un 11 % más pequeños que las hembras.


Las partes superiores son pardo oscuro y las inferiores blancas. Debajo de las alas  tiene un marrón oscuro con una banda negra desde el cuerpo al borde delantero; el borde de ataque es blanco (en el ala) y en la cola presenta  una ancha banda negra terminal.

Nidifica mayoritariamente sobre cortados rocosos, lo hace  en árboles de manera excepcional. No es muy exigente con los requerimientos del hábitat, siempre que éste cuente con roquedos de cierta altura y algo de tranquilidad.

Es agresiva con otras especies, incluso las de mayor tamaño como el buitre leonado, al que ataca con frecuencia cuando sus territorios están próximos. Entre el águila real y la perdicera existe una gran similitud ecológica y biológica, por lo que son una competencia importante la una para la otra.

Su dieta se basa en mamíferos, aves de tamaño mediano e incluso reptiles. La perdiz roja, el conejo, palomas, lagartos y córvidos son sus principales presas.

Es una de las rapaces ibéricas que mayor regresión ha sufrido en los últimos años. La reducción de las poblaciones ha llevado a su catalogación en España en la categoría de vulnerable.